Y
si en la propia sangre
estuviera
una mínima cantidad
de
la especie que entre los estados
paralelos
viven en mi mente?
Hubiese
un fino telar, un puente
una
clave y fuera tan profunda
como
el sentir que destaca
un
pensamiento único
en
la fauna del corazón?
Miraría
entonces de buscar
los
extremos, y apropiándome de ellos
unificar
las alejadas caricias
que
aún viven en las zonas etéreas
de
mi mente…
Eres
infinitamente delgado
más
que la cuerda floja,
más
que el hilo que cose tu boca
que
se eleva cual pluma y angosta
se
transforma y es que no hay temperatura
es
un destino sin aire, sin empuje, una palabra
que
ampliamente en su propia bahía se ahoga.
Misk
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