.
Hubo un tiempo que fui una luz libre
Mirando desde arriba aprendí
a ser, mientras todo se animaba
en los aspectos que fusionaban mi alma,
una grandeza que se cobijaba, pura
como la misma idea de haber pertenecido,
y levante ese esplendor entre los vestigios
de otros seres, sensibles que habían elegido
mostrarse en sus azarosas hazañas, más yo,
perdí el conocimiento mientras las lenguas
levantaban vuelo, en los hondos contornos
del corazón, deje que todo ello penetrara,
en mi gran sabiduría de la ignorancia,
creí, ame, delire en una pasión que invoco
a mis cinco elementos, esos que son y serán
mi fuentes de apoyo, mi energía, y la suerte
del filo de la pupila toco hiedra, rasgándose
en medio de una nada, un espacio de vanidades,
un muro invisible, ajardinado de efemérides,
de sonidos que ocupaban o atravesaban como filos
la existencia... de todo, y me abandone, flui,
bajo un viento suave, delicado que me cultivo
en sus magníficos hilos trenzados en la fantasía,
crecí, fusionándome con el tiempo, convertí mi mente,
en un fundador de cuerpos, glorias que dolían
como punzadas de amor, y continúe vagando
silueta de un reino astral, viaje, natural,
semejante, y aquellos recuerdos fueron desapareciendo
en unos rincones tan prestados, que hoy son
agujeros siniestros, ocultos al mundo, mutiladas
raíces, experimentos que enamoraron
aquella genuina luz, produciendo en mi,
la intensidad, el rayo abstracto en un océano
donde la vía era la propia ingenuidad,
grite encerrándome artificialmente,
desarrolle el sexto sentido, el instinto,
una obra de arte similar a la moralidad,
al conjuro de la ética, la ironía,
la tristeza, y en la inconsciencia, defectuosa
corte cualquier conexión con la realidad,
y volví a enamorarme de una tragedia.
Mi carácter, mi persona, se autodestruyo,
en el desconocimiento de cualquier dolor,
mutile a la luz, dándole una oscuridad, un silencio,
despojando los goces y quede desnuda, en los bárbaros
hilos de aquella plástica donde vehemente el color
fue eliminándose del pensamiento, ya no había nada,
ningún sentimiento, ninguna distracción, la mezcla
del profundo sueño, una existencia sin deseos,
el lenguaje se volvió monótono, una mascarada mientras
la calle trasladaba a la muerte hasta los abismos
de estos ojos, y los cerré, mantuve el diluvio
entre los parpados sin irritarse, contemplándose
en ese misterio que el alma rompía cautelosa,
lenta y segura y exploto, con una fuerza extraordinaria
la atmósfera se cerro traslandome a la blanca tierra;
Nací en el cortejo, entre los bailarines blancos,
que volaban en la naturaleza, elementos sensibles
cabalgando con el tacto del eco,
mezclados, en la visión del encanto, desperté
a enigmas de pasiones, de entendimientos, un coro
de ondas, vibro en la piel, y la vida resurgió,
lenta, suave, calmosa, y en ese continuo lazo,
relleno de afluentes, colmando la meditación, los privados
labios sumergidos sacaron para fuera los negros silencios,
invitándose de nuevo al leve contacto del rojo de la rosa,
inmaculada y tan artística convicción
deseoandonos unos sueños absurdos...
(primera parte)
,

.
Misk
.
.
1 comentario:
Me he quedado ahí, en la contemplación, hay muchas primeras partes, algunas las he continuado, de esta no se si seguirá, pero me queda mucho más dentro...
Misk
Publicar un comentario