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Ojala supiera como dejar la mente en blanco,
durante el tiempo preciso, y liberar el cuerpo
de todo antagonismo.
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Quizás alguna vez lo haya ideado, al menos
en el viaje astral, en segundos puedo ver
desde lo alto, y acercarme como un talismán,
pero luego todo se desvanece, como en el ahora,
se va perdiendo
el contorno, los relieves, los perfiles, y solo queda
tal vez, la ausencia de la implicación de la quietud,
de aquella verdad (la mía) del deseo,
la necesidad, la conciencia, la confusión.
Gautama Buda decía:
"Hay una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa, ni efecto, ni cambio, ni detenimiento"
Ahora vuelve de poco a poco a mí la conciencia,
lo estático se mueve, todos los alrededores,
parten raudos y veloces, mientras yo giro
pausadamente,
ahora no es buen momento, porque mi estabilidad
ya no siente el reflejo de lo astral.
No sé si me entiendes, pero todo ello
me lleva a analizar de una manera subjetiva,
la individualidad del cuerpo
que sujeto a su mente, prende de fabulas
estos terrenos tan idealizados.
Misk
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1 comentario:
debías haber participado con este texto en el jueves pasado de Tésalo, hubiese sido perfecto, si has leído el de Mimí, ella ha interpretado también el Nirvana como un viaje astral, en realidad son cosas distintas pero parecidas, deshacerse del cuerpo, ¿llevar el cuerpo en pos de la mente?, ya sabes que con estas cosas me pierdo.
No se me ha olvidado tu encargo, que lo sepas, pero esta semana he estado liada, el finde me voy a Madrid, pero se paciente que siempre cumplo mis promesas y te lo enviaré, miles de besosssssssss.
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