Levanto la vista

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Necesito pelearme contigo,
Pasearme en tus relieves
Fumar un cigarrillo,
Doblar la esquina y gritar,
Como acariciarte en lo invisible,
Sentir el frió cristal de un escaparate,
Y pegar mis labios a tus manos,
Como la fruta que enfila a mi corazón,
Pararme y susurrar que el sueño termino.
Sigo caminando,
Me encaramo al cielo,
Y salgo rebotado en el guiño de una mujer
Meto las manos al bolsillo,
Que afecto tan apegado,
La caricia de un siglo,
Susurran ellas contra mis muslos,
Piruetas fantasmas de recortarte,
El calor me devora el alma
Pero sigo andando,
Escucho el viento que se pierde sin control,
Recuerdo la mochila a mis hombros,
La espuma en mi barbilla,
La botella de alcohol,
Y aquella jabonera fundida en tu cuerpo,
Pesa, tanto o más que el dolor,
Suena el móvil,
Y no tardo en desistir,
Es la hora, el final de tan largo paseo,
Bajo las escaleras,
Los trenes bajo el bullicio se quedan negros
Y dejo que el vaho corrompa el alma
Así caigo, con toda la carga de un hombre
Que te brindo el coraje y los avances de la oscuridad,
Entre tanto laberinto a modo de madrugada,
Caigo, una vía, un escape, un final…



Misk
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