Y ese principio



Y ese principio de reencarnación en la carne,
ese sitio donde el recuerdo de una mirada
sufrió en el dolor, cuando sin querer el viento
se asió con fuerza a los contornos
del pecho y supe de las llamaradas,
de las tormentas, de aquellos puentes
de los fríos inviernos, de que todo el amor
se sumergió amargo e infinito
en las noches, deseando el roce de tu mano,
… y es que amor, suavemente envejezco
donde la noche exclama un adiós,
despertando de nuevo al deseo…
Entonces te hago el amor
en los ocultos rincones del silencio,
donde la boca frente a frente
se funde y escapa
se trenza, ahogándose en la pasión,
a la aflicción de la fuerte inclinación,
al interior que empuja
a la dulce trampa,
a la agonía insistente,
a la legitimidad de la naturaleza,
al roce de la tierra,
al pensamiento expuesto,
a la envidia, a los celos   
que caen en mi revolviéndolo todo,
y al abrir los ojos las zarzas me rodean
las entrañas, y no regreso y ahogándome de nuevo
te sostengo en las sombras




Misk

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